El amor es una cosa divertida. Esperas que sea fácil,
esperas que sea un mundo de rosas y risas, momentos tan perfectos, como los que
solo se encuentran en las películas, esperas que él siempre te diga lo
correcto, y sepa siempre exactamente como te sientes, o exactamente cómo
reaccionar ante él. Esperas que él de calme cuando gritas, o que te persiga
cuando salgas corriendo. Esperas tanto que te sientes completa y totalmente
derrotado cuando algo no sale exactamente como habíais planeado. Pero esa es la
gracia, el amor no es un plan.No tiene un comienzo exacto, y tampoco tiene un
final o una línea de meta visible para los que confían plenamente en él. El
amor sucede, y es tan complicado, que la gente de tu alrededor, no puede
comprender las cosas que haces, o porque luchas tanto por algo que parece que
te causa tanto dolor, porque simplemente ellos no lo pueden entender, no pueden
ver el anillo invisible de locura que te encierra cuando estás enamorado. A
veces es incomodo, doloroso, devastador, pero, no podemos vivir sin él. Lo que
nunca se aprende es lo duro que es el amor, cuando tenemos que poner de nuestra parte en él, como cuando no merece la
pena hasta que no nos volvemos idiotas por él.
Amor no es que él te calme cuando tú gritas, es él gritando tan
alto, tan fuerte, justo detrás de ti, en
tu cara para despertarte o mantenerte en la tierra. No es que él o ella te
traiga rosas todos los días, o cosas bonitas que hagan vuestra relación parecer
más presentable, es después de una pelea
que agota directamente la vida y los huesos de los dos, y sin embargo él
o ella se presenta en tu puerta a la mañana siguiente. No es él/a diciéndote
que es lo correcto, o sabiendo cómo manejarte, tampoco es que él/a te acaricie
el pelo mientras te dice que todo irá bien, es que él/a este allí, y que admita
que está igual de asustado que tú.En el amor debes recordar que no eres el
único implicado, inconscientemente, has puesto tu vida, tu corazón en manos de
otra persona, y has dicho “Aquí está, haz lo que quieras, destrózalo en un
millón de pedazos, hazlo picadillo, o olvida que alguna vez te lo entregué a ti
el primero, durante todo el tiempo que lo tengas.” Porque el hecho de ser
amado, es como formar parte de algo.
Andrew Landon.
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